En este post voy a presentarte la segunda parte de la serie de posts que voy preparando para que puedas ver cómo mi peso y mi relación con la comida van cambiando, gracias a seguir una alimentación basada en vegetales.
Durante este mes de febrero he seguido bajando de peso, aunque a un ritmo un poco más lento de lo que me gustaría.
Desde que empecé a llevar una alimentación basada en vegetales, hace 10 meses, he perdido 18 kg. Y he pasado de un IMC de 32,6 a 26,9. Ya solamente me quedan 6 kg para entrar en lo que sería un IMC normalizado.
Me sigo encontrando genial y con bastante energía, a pesar de este tiempo invernal -vivo en Suecia y aquí el invierno es bastante duro-.
De hecho, he instaurado una rutina deportiva en casa de unos 40 minutos diarios. Para ello, sigo las clases vía Youtube de Elena Malova que tiene un canal estupendo y totalmente gratuito.
Tiene multitud de vídeos con diferentes tipos de rutinas y duración. Actualmente, suelo mezclar clases cortas intensas con clases de yoga un poco más largas.
Te recomiendo que te pases por su canal y lo pruebes, sea cual sea tu nivel de forma física, ya que puedes encontrar todo tipo de rutinas.
En cuanto a mi relación con la comida sigo sintiéndome estupendamente bien. Mi ansiedad y adicción a determinados alimentos se ha evaporado.
Supongo que ayuda mucho no tener acceso a estos alimentos, pero realmente no tengo la más mínima intención de consumir alimentos de procedencia animal, como el queso o los embutidos, así que las tentaciones desaparecen prácticamente al completo.
Actualmente, si me apetece comer pizza o hamburguesas no hay ningún problema, ya que los consumo en su versión vegetal que hago normalmente yo misma. Eso sí, me aseguro que la masa de la pizza y el pan de hamburguesas sean integrales.
Por otro lado, cuando me apetece comer algo más dulce, intento cocinarlo yo misma en casa en lugar de comprarlo preparado. Utilizo, siempre que puedo, ingredientes integrales y endulzantes como el ágave, el maple o fruta seca -como los dátiles- en pequeñas cantidades.
Finalmente, en relación al lipedema, mis piernas siguen mejorando su aspecto. Sigo sin dolor y la inflamación y edema van mejorando a pasos agigantados. En este caso, estoy convencida que el ejercicio físico que hago sin impacto y de intensidad media-alta va muy bien para contrarrestar las horas que me paso sentada a lo largo del día.
A continuación puedes ver la tabla actualizada con mi Indice de Masa Corporal desde que empecé a seguir una alimentación 100% basada en vegetales.

¿Te gustaría saber algo más sobre mi evolución? No dudes en hacérmelo saber en los comentarios.